Tomando un té con el amor
Cuando estas enamorado o estás en pareja, que no es lo mismo, pero puede parecer igual. Piensas que ESTA es la persona cierta, la que estabas esperando. Tus anteriores amores pasan a ser, una vez más “aquel desastroso momento de tu vida que ni quieres recordar”. Pero… ¿acaso no fueron ellos en algún momento también “La Persona Cierta”?. ¿Aquella con quien te quedarías para el resto de tu vida? con quien tenias sueños y planeabas futuros?...¿ Porque será que cuando terminamos con una relación, después de un tiempo empezamos a creer que fue un error? .Solo porque no dio resultado.¿Solo porque te diste cuenta que ese hombre no es un Súper héroe sino un hombre normal, con defectos y flaquezas como todos tenemos?.¿Cómo y cuándo sabemos exactamente QUIEN es EL?… aquella persona CIERTA con la que quieres envejecer. ¿Cuando llegas a tener esa certeza? ¿Tiene la edad algo que ver? ¿Tiene el espacio y el tiempo alguna relación con esa decisión o descubrimiento?...Yo creo que no. Creo que todos hemos tenido lindos y feos momentos. Con todos y cada uno de nuestros anteriores “amores”, o relaciones fugaces… Si hubieran sido los “monstruos” en que UNO los convierte luego, no te hubieras enamorado en primer lugar de esa persona, o no hubieras tenido una relación con ellos. Y no es como muchos dicen, mujeres y hombres en general, que se vinieron a dar cuenta “después” que “esa persona no servía”, que te hizo daño, que te partió el corazón… ¿Acaso no hacemos eso nosotros solos?¿Acaso no dejamos nosotros solos que nos partan el corazón??? Y encima hacemos un muy buen trabajo! Somos nosotros quienes decidimos engañarnos.Cuando alguien no es lo que uno necesita en su vida, o sus necesidades no combinan con las tuyas… pues es hora de marchar y no quedarse luchando para que esa persona CAMBIE. ¿Qué nos hace pensar que alguien tiene que cambiar por nosotros? Para que nosotros estemos BIEN… Nadie tiene el derecho a pedirle a alguien que cambie, así como nadie tiene el deber de cambiar para satisfacer a otros. Los cambios y crecimientos sinceros vienen de adentro de uno mismo, son siempre decisiones PERSONALES. Para que sean reales tienen que ser así, de lo contrario se convierten en “cambios pasajeros” que derivarán tarde o temprano, en una decepción horrorosa mutua. Eso no quiere decir que debemos mantener nuestras manías y costumbres a veces desagradables hasta para nosotros mismos, sino “saber reconocer”… Saber reconocer si es ESA la persona con la que quieres amanecer todos los restantes días de tu vida y aprender a respetar sus espacios, aprender a lidiar con los defectos del otro así como tenemos que lidiar con los nuestros, y como ellos deben también “aguantar” nuestros defectos y manías. Nadie es perfecto, todos venimos al mundo a aprender algo y a evolucionar. Y solo dentro del AMOR verdadero, del respeto, y de la paciencia es como conseguiremos eso. ¿Cuántas veces no nos hemos aferrado a alguien sabiendo que esa persona nos hacia mal?. Porque cuando tu alma está intranquila, cuando vives en desasosiego, con esa ansiedad espantosa que te revuelve el estomago, quiere decir que no estamos con la persona correcta. No es amor… es miedo, obsesión, tendencia al conformismo, o lo más lamentable aún… creer que no nos merecemos nada mejor. Yo aprendí, a mis 35 años, que el amor no es ese “cosquilleo”, esa locura que nos entra de repente. No es eso que sentimos de un día para el otro y que se convierte en una montaña rusa de emociones, que muchas veces acaba por atormentarnos más que alegrarnos. El AMOR VERDADERO, nace del tiempo compartido… del “poco a poco”, de tardes de conversaciones vanas y profundas, de entendimientos mutuos, de querer para el futuro o el presente “casi” las mismas cosas… que casualidad!!! Que entre los millones de personas con quienes te puedes cruzar, encuentres justamente ESTA, que se parece tanto a ti y que TE AMA tal como eres, que no te pide nada a cambio de lo que te da. Que comparte contigo lo bueno y lo malo, que te puede ver radiante u ojerosa y TE AMA igual!. Se preocupa por saber si comiste, si dormiste bien, te cuida si estas enferma, no espera que le cocines algo cuando llega cansado de la calle sino que va directo y te pregunta ¿que quieres comer?, y te cocina EL! … Y lo más importante: que te dice: ESTAS HERMOSA… cuando te sientes GORDA y FEA!!! J Porque todas las mujeres nos sentimos al menos una vez al mes, GORDAS y FEAS. Pero para los ojos de él… eres la mujer más bella del mundo. Que comparte contigo una película romántica o un dramón de aquellos que a las mujeres nos encanta, y encima se emociona en la misma escena que tu. Una sopa calentita en la cama… una caminata con el perro… Y ves que estas compartiendo una VIDA…Ahí viene la certeza.
De repente… te das cuenta que ya no te molesta despertarte dos o tres veces en la noche porque te chocas en tu cama con un cuerpo extraño, sino que empiezas a extrañar sus pies en las mañanas. Que ya no te preocupa que descubra que no eres perfecta, que tienes no sé.. una cicatriz aquí o allá, que escondes muy bien. Ya no te importa que se de cuenta que TODAS LAS MUJERES tenemos aunque sea UN “huequito espantoso llamado celulitis”. Ya no te vuelves loca en el gimnasio y comes solo lechugas para darte cuenta luego que quizás se te pasó la mano y ya pareces un palo vestido. Cuando te das cuenta que te pones la camiseta más vieja para dormir y no te importa!. Cuando empiezas a dejar de pedirle tanto a Dios y empiezas a agradecerle más. Cuando se te fueron las pesadillas, cuando comienzas a VIVIR con una alegría más natural, sin que haya pasado absolutamente nada importante, simplemente te viene del alma…en pocas palabras: ESTAS FELIZ. Ya no tienes que convivir con esas mariposas horrendas en el estómago que provienen de la incertidumbre… Cuando tu vida se vuelve como una taza de Té calentita… Ahí puedes decir que esta vez SI, esta vez es “la persona cierta”… para siempre… mientras dure ese “para siempre” claro…Pero guíñale un ojo a la vida, dale un chance al destino, una oportunidad a tu espíritu.. Y verás que esa taza de té puedes compartirla con tu corazón… mientras siga latiendo.
Escuchando: Ruas de Outono – Gal Costa
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agustina -
yngricita -