Fragmento Extraído del libro EL ZAHIR de Paulo Coelho
…” Mientras luchaba, veía personas hablar en nombre de la libertad, y en cuanto mas defendían ese derecho único, mas esclavas se volvían de los deseos de sus padres; de un matrimonio donde prometían y se juraban amor eterno por el resto de la vida, esclavos de la balanza, de las dietas, de los proyectos interrumpidos en el medio, de amores a los cuales no podían decir NO o BASTA, de los fines de semana donde eran obligados a comer con quienes no deseaban.
Esclavos del lujo, de la apariencia del lujo, de la apariencia de la apariencia del lujo. Esclavos de una vida que no habían escogido, pero que decidieron vivir porque alguien terminó convenciéndolos de que eso era lo mejor para ellos. Y así seguían sus días y sus noches iguales… donde la aventura era una palabra leída en un libro o una imagen de un televisor siempre encendido. Y cuando cualquier puerta se les abría, siempre decían:
“NO ME INTERESA, NO TENGO GANAS”. Cómo podían saber si tenían o no ganas si jamás lo habían experimentado? Pero era inútil preguntar: la verdad es que tenían miedo de cualquier cambio que viniese a sacudir el mundo al que estaban acostumbrados.
…La libertad, para mi, es la cosa más preciada del mundo. Claro que eso me llevó a beber vinos que no me gustaron, hacer cosas que no debí haber hecho y que no volveré a repetir, tener muchas cicatrices en el cuerpo y en el alma, herir a algunas personas – a las cuales terminé pidiendo perdón en una época que comprendí que podía hacer TODO, excepto forzar a otra persona a seguirme en mi locura, mi sed de vivir. No me arrepiento de los momentos que sufrí, cargo mis cicatrices como si fuesen medallas, se que la libertad tiene un precio alto, tan alto como el precio de la esclavitud; la única diferencia es que la libertad se paga con placer y con una sonrisa, inclusive cuando es una sonrisa manchada de lágrimas…”
Escuchando: O hoje e a eternidade (Marcus Viana)
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